¿Porqué Cuenta Larga?

¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.

Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones

martes, 1 de abril de 2025

Elecciones del Poder Judicial

Estamos a poco menos de tres meses de las muy debatidas elecciones del Poder Judicial. La gran mayoría de la población tiene una confusión considerable. No tenemos claros muchos de los aspectos que habrá de tomar en cuenta el ciudadano para dar su voto. Simplemente, tratar de conocer por quién hay que votar, es toda una tarea difícil de llevar a cabo. Lo que podemos anticipar es un gran abstencionismo en esta elección. La inmensa mayoría del electorado, ni está entusiasmado ni tiene claridad respecto a por qué votar y por quién votar. Mucho menos cómo saber de una manera precisa quiénes son los candidatos ni cuáles nos presentan la mejor oferta para la ciudadanía. Simplemente, por el hecho de que muchos no conocemos suficientemente las cualidades que un buen juez debe tener, las características para hacer justicia, como dice la Constitución, de manera pronta y expedita. Por no hablar de sus funciones, sus obligaciones y sus atribuciones. Lo cual explica el poco entusiasmo que hay por la participación. Tanto, que probablemente nos enfrentaremos a la elección con mayor ausentismo en nuestra historia. Habría que ver también a qué situación se está enfrentando el ciudadano. Hay muy poca información, respecto a quiénes son las personas por las que vamos a poder votar. En buena parte, por lo oscuro del método de selección de los posibles candidatos, que no fue transparente de ninguna manera. Y también por la enorme cantidad de personas por las que habrá que votar. A nivel federal, se habla de que tendremos que votar por nueve funcionarios del más alto nivel. Pero cuando bajamos al nivel local, encontramos situaciones diferentes. Por poner un ejemplo, y no porque sea el caso más importante, en la Ciudad de México, habrá que votar por 133 puestos, y si hablamos de que al menos hubiera tres candidatos por puesto, ya estamos hablando de conocer la información de alrededor de 500 candidatos. Toda una tarea. Vamos a suponer que solamente estuviéramos dedicando 10 minutos por candidato para conocerlo. Eso nos daría algo así como 5 000 minutos, para tener una idea mediana de las capacidades de los que están proponiéndose para la elección. En ese caso pensaríamos que el ciudadano estaría dedicando alrededor de unas 83 horas solamente para tener una idea de quiénes son esos candidatos. Algo así como dos semanas laborales de tiempo completo dentro de los próximos tres meses. En el Estado de Jalisco, son 55 candidatos en el nivel local; menos, pero todavía una carga pesada. Además, otras fuentes hablan de otros 800 cargos de nivel nacional. Una gran confusión y una tarea titánica. Esto, suponiendo que toda la información estuviera ya preparada y lista para ser consultada, lo cual claramente no es el caso. Nos encontramos con una gran dificultad para encontrar la información de esos candidatos. El Banco de Datos de Candidatos de la Ciudad de México, contiene 60 páginas, que además no tienen claridad en cuanto a que no haya repeticiones. También nos encontramos con que se da una información muy escueta sobre cada uno de ellos: si es hombre o mujer, su nombre, y cuál es el cargo y la especialidad a la que aspira el candidato. Una información realmente muy escasa y que, claramente, no permite tener una idea de quién es la persona que tiene mejor preparación. Y esto es considerando solamente las elecciones locales, que no se dan en todas las entidades federativas, pero sí en una cantidad importante de ellas. Además de los nueve puestos de primera importancia, también hay puestos que son federales y que no están incluidos en estos números. De manera que sí, también se trata de una carga de trabajo relevante, no solo en la preparación para estar en la capacidad de votar, sino también por el tiempo dedicado a sufragar y estar en las casillas emitiendo nuestro voto. Declaró el organismo electoral del Distrito Federal que se necesitarán solamente dos minutos para emitir el voto, lo cual suena verdaderamente difícil. Si son 133 puestos y nos dicen que tardarán dos minutos, estaríamos hablando que cada voto tendría que llevar menos de un segundo. Un verdadero prodigio de memoria para recordar los nombres de 500 personas, a qué votación corresponden y cuál ha sido su oferta, para lograr tan rápidamente como en un segundo, escoger entre todas las personas por las que hay que votar. Hay otros puntos que son también importantes. Hay puestos donde se declaró desierta la elección, porque no hubo candidatos. Y no queda claro qué es lo que va a ocurrir con esos puestos. ¿Se repondrá la elección de los puestos vacantes? ¿Se dejarán en el puesto a los que ya lo estaban desempeñando, o se pedirá una nueva elección? ¿Los designará el partido gobernante o se hará una nueva tómbola para asignar esos puestos? Estos son los temas que nos tienen preocupados a muchos de los ciudadanos y que hace que más de uno piense que no será nada fácil. Hay otro aspecto que probablemente es mucho más importante. Como dicen los abogados, suponiendo, sin conceder, que todos estos candidatos sean honestos, que todos ellos sean capaces y que sean elegidos realmente los mejores juzgadores del país, todavía quedaría un tema que es sumamente significativo: ¿Cómo se va a manejar la transición? En eso tampoco tenemos total claridad. Es muy claro que, aun suponiendo una capacidad muy superior de los candidatos, que los futuros miembros del Poder Judicial tengan un gran conocimiento y sentido de su deber y de su servicio a la Nación, van a recibir asuntos que no han conocido. No saben cuál es la conformación de las distintas carpetas de investigación ni su contenido, como para poder tener una decisión suficientemente clara. Es de esperarse que tendremos un gran retraso en las sentencias del Poder Judicial, simplemente por el hecho de que tienen que ponerse al tanto de una cantidad de asuntos que ya estaban siendo atendidos en diferentes grados de avance y que tienen que atender con precisión para poder dar un resultado justo. Y por supuesto, esto va a causar dificultades y hará que lo que exige el artículo 17 de la Constitución, en cuanto a que la justicia debe ser pronta y expedita, se vea muy mermado. Difícilmente podremos esperar que en un plazo mediano vamos a tener mayor agilidad, mayor facilidad en el desempeño del Poder Judicial. Esto causa una gran inquietud del electorado. Si, como estamos, hay casos que se tardan hasta 5, 10 años o más en ser resueltos, podemos esperar, con tristeza, que la mayoría de los casos ahora se alargarán todavía bastante más hasta que los nuevos juzgadores tengan la capacidad y hayan completado su curva de aprendizaje para que puedan dar resultados que sean superiores. Necesitamos mayor explicación, mayor conocimiento de lo que va a ocurrir, más información para poder votar en conciencia y, por otro lado, tenemos que estar preparados para esperar resultados que, en el corto plazo, no van a ser más rápidos. Esperemos que sí logren lo que se dice: que sean resultados de personal más honesto. Pero desgraciadamente la oscuridad del método de elección de los juzgadores nos causa dudas. Sin considerar la capacidad que tiene el gobierno de manipular a aquellos que prácticamente colocó en el puesto, lo que nos hace temer, con alguna certeza, que estaremos entrando en una etapa de serias dificultades.