¿Porqué Cuenta Larga?

¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.

Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones
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lunes, 5 de enero de 2015

¿Cómo será la primera mitad de 2015 para la administración Peña Nieto?

Ciertamente,  la profesión de pronosticar es una ocupación de alto riesgo. Los primeros pronosticadores que registra la historia fueron los profetas del pueblo de Israel y, tristemente, todos ellos murieron apedreados. Por esa razón no me gusta hacer pronósticos y menos en circunstancias tan inestables como las que está pasando el país en este inicio del año 2015.
Sin embargo, algo hay que hacer. No podemos estar esperando a ver qué ocurre. Para este efecto se han creado las herramientas llamadas escenarios. Estas herramientas nos permiten generar y analizar las posibilidades de las situaciones futuras, pero sin considerar su probabilidad: únicamente se busca ver si esas situaciones son posibles. Es un instrumento que permite ordenar nuestro pensamiento para lo que algunos llaman "el plan B".
Habiendo hecho esta advertencia, vamos a ver algunas de las variables que podrían modificar nuestros escenarios en los primeros seis meses de este año. ¿Por qué no más adelante? Claramente hay que hacerlo, y lo haré en otro escrito. Pero los escenarios de mediano y largo plazo van a depender fuertemente de los resultados de los escenarios de esta primera mitad del año, por lo que vale la pena separarlos.
Algo que dará la tónica de este semestre será la lucha electoral. En esta puede haber dos escenarios: que dicha lucha absorba toda la atención y todas las energías de gobernantes y gobernados, como una especie de "puente Lupe Reyes" extendido y el otro que se logren hacer avances sustantivos independientemente de las luchas políticas electorales. Poco probable, pero posible.
Un punto clave para estos escenarios es si la administración actual (en los tres niveles) logra o no recuperar la confianza de la ciudadanía. Si siguen apareciendo nuevas revelaciones, si el control de daños que han hecho los voceros del poder ejecutivo sigue siendo igual de débil, será muy difícil recuperar la confianza. Claro, siempre se puede confiar en la tradicional desmemoria del electorado que, después de dos semanas de vacaciones (o más, si contamos del 12 de diciembre al 6 de enero) hayan olvidado las preocupaciones y el "hartazgo" que nos reportaron los medios.
Otra variable importante será si se empiezan a dar los primeros resultados de la implementación de las reformas que nos ocuparon en los años 2013 y 2014. Porque, hasta ahora, lo único que se ha logrado ha sido legislar y muy poco de hacer cumplir lo legislado, mucho menos de empezar a ver resultados. Una buena prueba de cuál será el escenario que estaremos viviendo, será ver si se logra una legislación y reglamentación sobre la corrupción que sea verdaderamente diferente de lo que hemos tenido hasta ahora y que, además, se logre implementar con rapidez y sin excepciones.
Tal vez el punto central será el desempeño económico. La pregunta que las oposiciones harán al electorado podría ser en el siguiente tenor: ¿Está usted mejor ahora que en el año 2012? Dado que los años anteriores no han sido particularmente brillantes, cabe la posibilidad de que el gobierno intente ejercer con la mayor prontitud posible el presupuesto del año 2015 y algunos guardaditos que pudiera tener, con el propósito de generar una impresión de bonanza que les facilite el mantener su situación en el poder legislativo, y no perder las gubernaturas que estarán en juego.
Otro punto fundamental será si los partidos mayores logran mantener la unidad entre sus filas. Todos tienen algo de lo que cojean: en el PRI el enfrentamiento entre mexiquenses e hidalguenses, en el PAN el enfrentamiento entre Calderónistas y Maderistas, en el PRD la ya ancestral división entre las "nueve tribus" sin contar con la división de la izquierda al separarse el MORENA y Cuauhtémoc Cárdenas de las filas de este partido. Si no se logran estas unificaciones, los partidos se presentarán muy débiles a las elecciones y veremos una gran cantidad de cambios de fuerzas políticas entre los puestos en disputa. Algo parecido al juego de las sillas musicales.
Lo que está en juego, finalmente, es la libertad de actuación que tendrá la administración Peña Nieto. Un posible escenario es que se refuerce y pueda continuar proponiendo, obteniendo aprobación e implementando reformas. Pero también puede darse el escenario de que el PRI pierda su situación de primera minoría en el poder legislativo y al presidente tenga que enfrentar a un Congreso que lo fiscalice cercanamente y le impida llevar a cabo muchas de sus actividades. Algo como los tiempos en que al presidente Zedillo el Congreso le prohibía hasta hacer viajes al extranjero.
Obviamente, en este momento especial los escenarios irán cambiando cada día. Aun suponiendo que no haya nuevos eventos o nuevas revelaciones, la situación será bastante inestable. Los gobernantes podrían encontrarse con una reducción de la disciplina de sus partidos debido a que los candidatos pondrán más atención en sus propios intereses que en los intereses de los gobernantes. Asimismo, es muy posible que los inversionistas grandes y pequeños entren en una situación de "esperar y ver", con lo que las inversiones seguramente se retrasarán hasta ver los resultados de esta situación.
Y quedan por analizar las fuerzas externas: si continuará o no la caída de los precios del petróleo, si continuará o no la devaluación del peso mexicano, si continuará la mejora de la economía de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y otros asuntos externos de menor importancia. Todo esto podrá influir en los resultados de estas próximas elecciones y en la economía de este primer semestre del año.

¿Y después? Dependiendo del resultado de estas elecciones ya se podrían formular escenarios un poco más acotados. De estos me ocuparé en otro escrito. 

miércoles, 27 de julio de 2011

Paz: confusiones y Cuenta Corta

Tener una vida razonablemente pacífica es, muy entendiblemente, una de las más importantes preocupaciones de nuestro país. Por ello es muy angustiante ver que los diferentes sectores no se ponen de acuerdo en lo que entendemos por paz.

Algunos entendemos que la paz no es únicamente la tranquilidad, fruto de una tiranía o de haberse coludido con quienes delinquen. Como cuando algún político, que rápidamente desmintió lo que había dicho, afirmó que en los tiempos en que su partido gobernó se buscaban acuerdos para que la violencia no sobrepasara determinados límites. Una paz aparente fue el resultado, pero también permitió que  llegáramos a los extremos estamos viviendo.

La paz verdadera es el fruto del orden de la sociedad, no la justificación del desorden o su institucionalización y control. Vivir en un Estado de derecho es mucho más que eso; es una manera de ser, es una cultura. Y la nuestra no es una cultura pacífica. Nada más hay que ver como proliferan en los videojuegos, el cine  y la televisión los contenidos de altísima violencia y como gozan de gran aceptación.

Por otro lado, tanto la población como los medios no están dispuestos a soluciones de Cuenta Larga. Cuando el secretario de seguridad pública dijo que los resultados definitivos de la lucha contra el crimen organizado se verían en siete años, los medios y la población se le fueron encima. Y, otra vez, es entendible. A nadie le gusta que debamos de tener soluciones a 15 o 20 años, como las que pueden proveer aquellos que dicen, con toda razón, que hay que trabajar sobre educación, trabajar con los jóvenes, acciones de tipo cultural, reconstrucción del tejido social y otras. Claramente, esas son soluciones de fondo, pero no tendrán resultados rápidos.

Yo tuve oportunidad de estar en Colombia a final de los ochentas, cuando se desató en su mayor intensidad una guerra entre el crimen organizado y el gobierno, simultáneamente con acciones guerrilleras en diversas zonas del país y el desarrollo de los grupos paramilitares que se ponían a las guerrillas y trataban con violencia a la población civil que simpatizaba con ellas. He podido regresar diez veces en los últimos cuatro años a trabajar en la ciudad que era la más violenta del país: Medellín. Y puedo dar testimonio del cambio fundamental que ha habido en el ambiente social en los niveles de seguridad ciudadana, la disminución muy sustancial de la violencia. Comprensiblemente, los ciudadanos de Medellín no se consideran satisfechos; piensan que debería haber aún mayor seguridad ciudadana. Pero es un hecho que han sido extraordinariamente exitosos. Y que podemos aprender mucho de sus lecciones. No viene al caso detallar lo que hicieron: desde acciones de Cuenta Corta, de control policiaco, de mejora del sistema de información, de prohibición de motocicletas de alta velocidad, que eran los vehículos preferidos los sicarios, hasta acciones de Cuenta Larga,  como crear centros juveniles con bibliotecas, campos deportivos, áreas de esparcimiento. Medidas para reconstruir el tejido social, como crear de sistemas de transporte rápido para que los padres y madres de familia pudieran pasar más tiempo con sus hijos y algunas campañas nacionales tan interesantes como la llamada "por la paz, yo manejo sin odio", orientada a los conductores de automóviles.

Claramente tuvieron mucho éxito, pero claramente no fue rápido. Olvídese de los siete años que nos prometía el secretario de seguridad pública; es casi el triple del tiempo. Y esto es el fondo del asunto. Como dice Macario Schettino, hay un diálogo de sordos entre los distintos niveles de gobierno y las organizaciones civiles en pro de la paz; y la razón es que están hablando en diferentes idiomas. Unos, usan el lenguaje de la Cuenta Corta; otros proponen soluciones de Cuenta Larga. Y creo yo que todos debemos de tener claro que se necesitan los dos lenguajes, que se necesitan los dos enfoques, que hay que tomar acciones de corto plazo, que no son las de fondo, pero sin las cuales no habrá espacio para que las soluciones definitivas puedan implementarse y llegar a resultados.

Y este tema no es muy diferente de otros del índice nacional: la regularización del sector informal, la mejora de la competitividad del país, la educación en todos los niveles, son algunos temas que no se han analizado suficientemente y a los que siguen dando soluciones parciales. Los problemas trascendentes, los problemas complejos, no se pueden resolver únicamente con enfoques de corto y  largo plazo; es necesaria una combinación armónica de la Cuenta Corta y la Cuenta Larga.