Un espacio para reflexionar sobre las consecuencias de largo plazo de las decisiones de las administraciones públicas, privadas y sociales. Su enfoque es mayormente estratégico, y su método es el de las proyecciones de tipo cualitativo, con los criterios de la creación de escenarios. Su ambición es la de ir más allá de la exposición y ser un espacio libre de discusión de los interesados en este tema.
¿Porqué Cuenta Larga?
¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.
Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones
martes, 27 de mayo de 2025
Se los dije
Hay ocasiones en que, en la discusión entre los políticos y posiblemente entre algunos ciudadanos, es el momento de la frase: “se los dije”. Una frase poderosa, una que no compromete a nada, que lo único que logra decir es: “yo tuve la razón”. Posiblemente, ataqué alguna propuesta, pero no propuse nada nuevo. Simplemente, algo falló: mi oponente se equivocó. Y yo podía darme el lujo de decir: “se los dije”. Ahora, con el motivo de las elecciones del poder judicial, escucharemos esta frase repetida, una y otra vez.
Es una frase poderosa, pero un tanto inútil. No hay ejemplos de que haya alguien que gane elecciones, o posiciones políticas, porque haya podido demostrar que el otro había fallado, o que tenía algún error. Pero eso ocurre frecuentemente. Se apela a la vergüenza de aquel que se equivocó. Y supone que, de pura vergüenza, se retirará del campo y dejará de molestar o dejará de oponerse. Lo cual es bastante dudoso. Lo más probable es que genere todavía más encono, más enojo, y haga más difícil aún, tener algún tipo de colaboración.
Estamos en este momento en una situación que ocurre periódicamente, como un ciclo, en algún momento de la política: el tiempo de una implosión. ¿Qué significa esta palabra dominguera? Básicamente, es lo contrario de la explosión. En lugar de que se expanda una gran cantidad de gases, polvo y materiales, que es lo que ocurre con una explosión, en una implosión, todo se contrae, se reduce a su mínima expresión. Estamos en un momento así. Un gobierno que nació con una fuerte posición de votos a favor, y que se está encontrando con problemas de muy diferentes tipos.
Tal vez el más reciente, es el enfrentamiento con uno de sus grupos fundacionales, la CENTE, un grupo de maestros disidentes, que no se pliegan a los sindicatos tradicionales, y que en este momento han hecho una serie de demandas difíciles de cumplir. Tal vez la más notable es la de pedir el 100 % de incremento en los sueldos. En lo cual, probablemente tienen alguna razón: los profesores, en general, son un grupo mal pagado.
Pero, por otro lado, también es cierto que no hay posibilidad de hacer un aumento así, de súbito. Ese es el problema. Eso podría discutirse, llegar a algún arreglo, un programa para llegar a esa solución. Pero, por lo pronto, lo que ha ocurrido es que se han dedicado a bloquear a la ciudad capital, se han enemistado con la señora presidenta y últimamente han llamado a un boicot a las elecciones del Poder Judicial. Por lo cual, la Doctora Sheinbaum les respondió diciendo que han tomado una de las banderas de la derecha. Una vez más, tratando de que cambien de opinión, porque se avergüencen de que sean llamados derechistas.
Pero tenemos otras cuestiones importantes aquí. Tal vez la otra más notable fue el haber bloqueado el ingreso a la mañanera de la señora presidenta, lo cual también ocurrió justamente en medio de estos diferendos. Y ocurre en el momento en que la Doctora Sheinbaum había acordado ya con ellos una cita donde iban a discutir, iba a escuchar sus ideas, iba a proponer alguna solución. Con lo cual, evidentemente, se canceló, por lo pronto, la posibilidad de esa cita.
Otro tema muy complicado es el hecho de un asesinato de alto impacto en la Ciudad de México, donde se asesina a dos colaboradores de muy alto nivel, muy cercanos a la señora Jefa de Gobierno de la Capital Federal. Además, con una sincronización verdaderamente espectacular. El asesinato ocurre precisamente de manera que, mientras la señora secretaria de Gobernación estaba mostrando los resultados del plan para atender las causas de la violencia, en ese momento le llega al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana la información del asesinato. El señor secretario interrumpe a la señora presidenta y le muestra en su teléfono el anuncio de lo que está pasando. Una coincidencia verdaderamente impresionante. Justo cuando se estaban dando resultados, ocurre un asesinato de muy alto impacto, que echa por tierra todo lo que se está diciendo respecto a los resultados. Se dice que, en política, como en muchos otros lados, no existen coincidencias. Es difícil pensar que esto haya sido planeado tan a detalle. Es una coincidencia verdaderamente impresionante. Esta es la duda que queda presente.
Otro hecho importante: la humillación pública de un abogado en el Congreso. Donde al señor presidente del Senado, se presentó un ciudadano, para pedirle disculpas y someterse a una humillación pública. El senador da como justificación que el humillado pidió esa oportunidad de pedir una disculpa pública. Dando, como razones, que él tenía muchos trabajos con el gobierno. Para ese abogado, era importante pedir esta disculpa. Realmente no cabe duda de que tenía un gran temor.
Una pregunta relevante: ¿por qué una de las ramas del poder legislativo, donde la 4T tiene una mayoría suficiente para cambiar la Constitución, requería esta humillación? ¿Cuál era la necesidad? Probablemente, muy pocos se enteraron de que, según la historia que se cuenta, el que ahora fue humillado, le hizo algunos denuestos al señor presidente de la Cámara. Pero, ¿realmente hacía falta esa humillación pública? ¿A qué le temen? ¿Por qué necesitaban de esa humillación? ¿Realmente se sienten en una situación de riesgo que necesitan tomar medidas tan extraordinarias como esa? ¿Por qué?
No faltará quien diga que esto es el principio del fin de la 4T. Lo dudo mucho. Todo está preparado de manera que tienen poderes absolutos y cada vez tienen menos contrapesos. Recuerda uno la fábula del ídolo de pies de barro. Una donde se cuenta de un ídolo, gigante, de metal muy fuerte, pero que los pies están hechos de barro y una piedrecita que rueda desde una loma, termina rompiendo esos pies de barro y derribando al ídolo. Se muestra que, a veces, donde está aparentemente la mayor fortaleza, el mayor poderío, hay alguna debilidad fundamental. Cuando se tiene tanto temor a este tipo de situaciones, es porque en algo no se están sintiendo totalmente seguros.
Sin embargo, frente a estas muestras de debilidad, incluso de temor, nos encontramos con un problema relevante: la gran debilidad de la oposición, centrada en criticar, buscando el argumento demoledor que pueda quitar a los actualmente gobernantes, con el concepto del “se los dije”. Tratando de encontrar en dónde están las fallas, los argumentos que cambien a la ciudadanía prácticamente de la noche a la mañana. Hay muchos que dicen que necesitamos una nueva oposición. Y es posible que haya algo de esto. Lo que habría que preguntarnos sería si lo que requerimos, en realidad, es una mejor ciudadanía. Necesitamos con urgencia formación en política, de un nivel sencillo, para el ciudadano de a pie. No, no se trata de que todos seamos politólogos. Pero sí que cada uno tenga conocimientos que nos puedan permitir entender, discutir, debatir diferentes propuestas, poder entender cómo funciona el sistema y cómo debe de actuar. Lo que necesita para poder influir y ejercer su derecho de ser mandante, y ponerle sus límites a los mandatarios. Ser capaz de analizar, debatir y, sobre todo, proponer. Y de ahí, con una ciudadanía con esas características, ya vendría la creación de organismos de oposición que puedan ser efectivos. Mientras sigamos en las mismas condiciones que tenemos, solo nos quedará escuchar críticas sin propuesta y una posición cada vez menos relevante de la oposición frente a las situaciones de este país.
martes, 20 de mayo de 2025
¿Votar o no votar?
Es interesante cómo, en las últimas semanas, una buena parte de las conversaciones, en el trabajo, entre amigos, familias y hasta en organizaciones religiosas, se han centrado en una pregunta: ¿Hay que votar en las elecciones por renovar el Poder Judicial o no deberíamos de votar? No es nada sencillo. No hay una respuesta fácil.
Muchos dicen: “¿Para qué votar? No sirve para nada. No importa lo que hagamos, ya están arregladas las elecciones y no cambiarán las cosas. De manera que no tiene sentido votar”. Esto nos recuerda, a los que ya somos un tanto mayores, los tiempos de la dictadura perfecta. Hace ya un buen número de años, cuando eran muy pocos quienes votaban. Precisamente con este mismo argumento: “No tiene sentido votar. No importa lo que hagamos, van a salir los que quiera el gobierno”. Y, efectivamente, ocurría toda clase de cosas: asalto de casillas, quema de votos, robo de urnas. En algunos casos, incluso se acusaba al propio ejército de llevar a cabo estos hechos.
De manera que todos pensaban que ya se sabían los resultados y no tenía mayor caso votar. ¿Quiénes votaban? Realmente, lo hacían los acarreados, los que, de alguna manera, tenían algo que ganar en esa elección. Una pregunta importante, ahora que se está cuestionando y se está proponiendo no votar para hacer quedar mal al gobierno: ¿De veras sirve o no una actividad como esa, la de no votar? ¿Qué va a ocurrir en caso de que no votemos?
Supongamos que una parte significativa de la población decidiera no votar. ¿Cambiarían las cosas? ¿Se repondría la votación de otra manera? No existe nada en la ley que diga que, si no se alcanza un determinado número de votos, se invalidará la votación. Aun si votaran unos cuantos centenares de personas, los resultados serían vinculantes. De manera que votar o no votar daría el mismo resultado.
En todo caso, lo más que pudiera ocurrir es que al gobierno, al poder ejecutivo, le causaría una seria vergüenza. Una consecuencia que no sabemos si realmente le importará, mucho o poco. No sería fácil que eso les obligara a ver las cosas de otra manera. Pero, además, hay muchos modos de interpretar ese resultado. Puede uno decir que no se vota porque no existe conciencia cívica. Y en todo caso, la culpa no es del gobierno, sino de una ciudadanía poco instruida, poco comprometida. No sabemos cuántos dejarán de votar por flojera, por desconocimiento, por lejanía de los lugares de voto. Porque se decidió dar un presupuesto muy raquítico a esta elección. Por la complejidad de las boletas y del modo de votar. También, posiblemente, por el hecho de que hay poco tiempo para instruirse realmente a fondo de quiénes son los candidatos.
La realidad es que, cuando hay una situación como de abstenerse del voto, puede tener algún efecto siempre y cuando haya una oposición efectiva, que le pueda sacar provecho a un acto como este. Pero tristemente, y se lo pregunto a usted, estimado lector: ¿Realmente, creemos que tenemos una oposición capaz, con el prestigio y las ideas suficientes, como para sacarle provecho a un boicot de este estilo? En todo caso, lo que estaría ocurriendo es que esa acción, se quedaría en un aspecto testimonial: damos testimonio de que diferimos con este gobierno, aunque de una manera difícil de contabilizar.
Habiendo dicho todo lo anterior, ¿hay alguna opción? Sí, las hay: no son sencillas, pero son posibles. Se pueden tener maneras de hacerle conocer al gobierno, nuestro desacuerdo con el modo como se están manejando estas votaciones. En los tiempos de la dictadura perfecta, había quienes votaban a conciencia de que el resultado de su voto no iba a modificar la situación, porque los votos ya estaban previamente arreglados. Pero sí había una posibilidad de enviar un mensaje al gobierno, haciendo saber que una cantidad de personas, con cierta conciencia política, estaba mandando un mensaje a través de su voto. El mensaje de que no estaban de acuerdo con la situación. Y esto, a la larga, tuvo resultados.
Hay otras opciones y hay que examinarlas. Abstenerse de votar no es la única. Otra es presentarse a las casillas, solicitar las papeletas y anular el voto. No es simple, pero es algo que se puede llevar a cabo. Se pueden tachar todos los espacios donde se tiene que poner el número del candidato, para que quede claro que no se puede usar ninguno de esos espacios. Y eso sí se puede contabilizar: se puede saber el número de votos anulados y hacer ver que una cantidad importante de los que participaron, yendo a votar, prefirieron anular su voto antes que dar su voto a personas que no consideraban adecuadas.
Una tercera opción es hacer un voto diferenciado. Podemos votar según quién propuso a los posibles candidatos. En las boletas que está promoviendo el INE, se presentan los nombres de los candidatos y además hay un espacio en donde se establece quién está proponiendo ese voto. ¿Cuáles son propuestas del Poder Ejecutivo, del Poder Legislativo, o del Poder Judicial? Y hay una cuarta opción, donde se pone que el candidato está en funciones, es una persona que ya actualmente está llevando a cabo esa función.
Es claro que los recomendados por el Poder Ejecutivo y por el Poder Legislativo, serán fundamentalmente aquellos que son parte de la 4T. Sí, puede haber diferencias porque no hay una total unidad entre ellos, pero finalmente cualquiera de los que procedan de esos dos campos va a tener esa característica. Y hay otros que son parte del Poder Judicial. Ahí se encontrará uno, una mayor variedad. Y uno podría decidir, si no tiene un conocimiento claro de quiénes son, hacer la suposición de que, al votar por los recomendados por el Poder Judicial, estamos validando de alguna manera que, quienes sean propuestos por ese poder, no tienen tanta influencia del partido gobernante.
Y finalmente, también puede uno votar por aquellos que están en funciones. Que, por cierto, son los mismos que hicieron paros y que se opusieron de una manera importante a estos cambios. Con una ventaja más: el hecho de que son personas que ya entienden y ya llevan a cabo estas tareas. Mientras que todos los demás que se están proponiendo, tienen que llegar a aprender el modo de resolver esas cuestiones. Y tienen que enterarse de los asuntos, porque no los han estado tratando. De manera que, todos aquellos que lleguen sin un conocimiento previo, causarán necesariamente atrasos que van a ser importantes.
. No es un sistema perfecto, pero es una manera de hacer una diferencia. Y, por supuesto, siempre habrá la opción de hacer una investigación concienzuda de cada uno de los candidatos. Su gran número y la ausencia de información clara y detallada, lo hace difícil
¿Qué probabilidad tenemos de que tengamos unos resultados muy buenos? Muy escasa, pero sí podemos tener alguna influencia. Tendremos la capacidad de intervenir, al menos en alguna medida. Es lo que muchos de los ciudadanos están deseando. Necesitamos que a los ciudadanos nos tomen en cuenta. Esto es un gran asunto. Se está jugando la impunidad que nos corroe. Se está jugando la corrupción que hay en muchos campos del Poder Judicial. Y que no se resuelven, solamente, mediante el voto, como se nos está tratando de convencer.
Se está jugando el que podamos seguir teniendo influencia. En los tiempos de la dictadura perfecta, no teníamos ninguna capacidad de participar. Y ahora tenemos alguna capacidad de influir. Ciertamente, habrá resultados muy dañinos si se da más poder a la 4T, al cancelar la posibilidad de que tenga contrapesos. Y usted, ¿qué hará? Yo, voy a votar.
martes, 13 de mayo de 2025
Un nuevo Papa
Hemos estado, en estas últimas semanas, en un tiempo de sorpresas. La muerte del querido Papa Francisco, precisamente cuando nos habían anunciado que iba mejor y ya no se esperaba que empeorara su situación. Luego, la elección de su sucesor, que también estuvo sembrada con sorpresas.
No del todo: el nuevo Papa estuvo encargado por un buen tiempo de la Congregación de los Obispos, en la Curia del Vaticano, de manera que tiene una visión bastante profunda de la estructura de la Iglesia, ya que se encargaba de proponer al Papa a los nuevos obispos de distintas diócesis. De manera que no es un recién llegado que desconozca los organismos del Vaticano. Pero, claramente, lo más importante de su trabajo eclesiástico ocurrió como misionero. Siendo un sacerdote de los Estados Unidos, pasó la mayor parte de su vida sacerdotal en América Latina. Además, se nacionalizó como peruano.
Interesantemente, también es miembro de una orden religiosa. Como muchos de ustedes saben, el clero se divide en dos grandes grupos: el llamado clero secular, que son sacerdotes que les reportan a los obispos de cada diócesis y, por otra parte, el llamado clero regular, que están sujetos a una regla y que reportan a una asociación de clérigos que en muchas ocasiones es mundial. Es interesante que, desde el 1769, no había habido ningún Papa que viniera del clero regular. Ahora, en estos últimos tiempos hemos tenido dos Papas que lo son: el Papa Francisco, jesuita, y ahora el Papa León XIV, que procede de la orden de los sacerdotes agustinos.
Ha sido muy interesante el interés que generaron tanto la muerte del Papa Francisco como la elección del Papa León XIV. En el sepelio de Francisco, hubo la presencia de una buena cantidad de jefes de Estado y de Gobierno, y para reportar el conclave, se presentaron alrededor de seis mil comunicadores, procedentes de todo el mundo. Algo verdaderamente fuera de lo común. En nuestro país, por primera vez que yo recuerde, se preguntó al jefe del Ejecutivo si iba a asistir al sepelio del Papa Francisco, o si va a asistir a la toma de posesión formal de León XIV. Algo que nunca se le cuestionaba al presidente, porque no se consideraba que fuera algo de interés. Se hizo el cuestionamiento y la Presidenta designó a quien la va a representar. Además, anunció una invitación formal para que venga el Papa a México, cuando en otras ocasiones la invitación la hacían los obispos mexicanos. Cambios que están ocurriendo y que muestran el interés de los gobiernos por la figura del Papa.
Es interesante el nombre que escogió este Papa. Hay quien dice que en su nombre se está anunciando su programa. El propio Papa dice que lo ha escogido como un homenaje a León XIII, el Papa que estuvo rigiendo la iglesia entre el fin del siglo XIX y el inicio del siglo XX. Quién es conocido mayormente por su aportación a la creación de la Doctrina Social de la Iglesia, que tiene un interés muy particular por la situación del Trabajo. El Papa León XIII rechazó, tanto el extremo del socialismo como el del capitalismo salvaje.
Fue un Papa que estuvo a favor de los proletarios que sufrían en esa época los resultados de la Revolución Industrial, que los habían dejado como la parte más pobre de la Sociedad. Ese Papa estuvo hablando a su favor, pidiendo cosas como un salario digno, que no era un punto que se considerara importante, promoviendo la creación de sindicatos, incluso de sindicatos católicos, propiciando la creación de las cajas de ahorro, para construir ese hábito fundamental y proveer préstamos a intereses justos. Y más.
Cuando el nuevo Papa fue presentado en la plaza de San Pedro, empieza con un mensaje que está cargado de simbolismo: “La paz sea con ustedes, paz para ustedes”. Esta petición repetida en el rezo de la Regina Coeli y de nuevo en la reunión con los comunicadores del siguiente lunes. No cabe duda de que se trata, solamente, de reconocer que hay grandes situaciones peligrosas para la paz, mismas que comenta el Papa. Pero habló también de las naciones donde se ataca y se persigue el periodismo, por el mero hecho de buscar la verdad. Es algo importante, juntar el concepto de la paz en términos geopolíticos, el de la paz entre las naciones, con la paz al interior de las naciones.
Otro aspecto poco comentado de estos mensajes que está mandando el Papa, tiene que ver con el nombre del primer Papa que se llamó León. Hablamos de San León Magno, un Papa del siglo V, poco conocido, el primer Papa que se le llama Magno. Un Papa sumamente interesante: Doctor de la Iglesia, autor de estudios teológicos muy importantes, dando base a las declaraciones dogmáticas del Concilio de Calcedonia.
Muy significativo, un hecho de cómo intervino ese Papa para lograr la paz. Alrededor del año 452, un guerrero muy poderoso, Atila, el rey de los Hunos, invade gran parte del imperio romano, derrota a varios grupos de su ejército, llega a presentarse ante Roma y está dispuesto a destruirla. Y este Papa sale a convencerlo de que respete la ciudad y que se retire sin hacerle daño. Se habla de que uno de los dichos de Atila era que donde su caballo pisaba ya no volvía a crecer la hierba. Efectivamente, el temor era no solamente el que ganara una batalla o una guerra importante, sino la destrucción que iba a causar en lo que fue el imperio romano. No nos podemos imaginar los efectos que hubiera tenido su victoria. Si este Papa no hubiera logrado que Atila se retirara sin dañar el centro del imperio, hubiera sido un daño muy importante a la cultura y de alguna manera también hacia la propia iglesia católica. Ese es otro aspecto relevante del nombre que ha escogido este Papa. Una visión como un pacificador, como alguien que puede y debe intervenir para evitar los grandes problemas de la humanidad.
Habría que hablar un poco de qué es lo fundamental del papel de un Papa. ¿Cuál es el rol que debe de seguir? Nos encontramos con el encargo que Jesús le da a Pedro: el de confirmar a sus hermanos, a todos nosotros, en la Fe. Ese es uno de los papeles cruciales del Papa. Confirmarnos, para que tengamos un solo corazón y una sola alma. Que podamos entender la Fe de la misma manera. Es un encargo significativo.
Por supuesto, qué bueno que tenga otros roles. Es necesario que una institución, como es la Iglesia, tenga esa capacidad de convocar, de reunir y lograr la pacificación entre naciones, entre países, para que puedan lograr una paz duradera. ¿Qué es lo que este Papa está pidiendo? Fundamentalmente, que cumpla su rol fundamental, el que el mismo Jesús, les encomendó a Pedro y a sus sucesores. Esperemos que logremos ser colaboradores fieles de este Papa, que es una promesa para nuestros tiempos.
martes, 6 de mayo de 2025
Autocensura
Una de las señales que permiten distinguir a un país democrático de una dictadura es, precisamente, la existencia abierta o solapada de censura de la opinión pública. Es un tema muy importante y que los organismos internacionales toman en cuenta al calificar el grado de democracia que puede tener un país.
¿Por qué importa? Porque las publicaciones en los medios, sean de un tipo o de otro, pueden causar problemas internamente y demeritar la imagen de un país. ¿Por qué ahora, después de varias décadas de haber tenido una censura disfrazada que le permitió a nuestro país, por más de 70 años, la posibilidad de ser una “dictadura perfecta”, (como decía el difunto Mario Vargas Llosa), parecería que hay grupos en el gobierno que quieren regresar a la censura?
Este tema viene a colación por la molestia que tuvo el gobierno mexicano por la publicación, en la televisión de paga, de anuncios del gobierno de Estados Unidos, donde se trata de desanimar a los mexicanos para que dejen de emigrar a Estados Unidos. Después de la queja de la señora presidenta, varios de los medios de paga dejaron de aceptar este tipo de publicidad, aunque es cierto que sigue apareciendo en algunos medios electrónicos y hasta en los comerciales de los juegos de Internet. Esto no ha sido dirigido específicamente a México: se está dirigiendo a todos los países que son el origen de esa migración y se emite en varios idiomas.
La reacción de la señora presidenta de México fue fuerte. Claramente, se veía su molestia, y muy rápidamente el Congreso presentó una propuesta de ley, que en realidad son enmiendas a una ley ya existente, donde se trata de darle facultades al Ejecutivo para poder retirar el permiso a los medios electrónicos o a los medios modernos, si es que no cumplen con algunos ordenamientos. Mismos que no están claramente especificados en dicha ley.
La propuesta, que se centró en un artículo, el 109 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, habla del bloqueo de las plataformas digitales en el caso de que no cumplan con las obligaciones que les imponen las normativas aplicables… mismas que no especifica dicho artículo. La primera queja ocurrió en varios de los medios tradicionales, y fue sobre la vaguedad del reglamento. La señora presidenta reaccionó muy rápidamente también, diciendo que no hay una intención de hacer censura, que hay que revisar la redacción para evitar que se preste a malas interpretaciones. Y también dijo que, si es necesario, incluso no se publicará esta normativa. El tema, insisto, es el hecho de que no se habla con claridad de cuáles son las normativas, o qué tipo de transgresiones ameritarían este tipo de castigo, y tampoco cuál es la autoridad competente para tomar estas decisiones.
Es un hecho que todos los países, aun los más democráticos, han incurrido en censura en momentos especiales. Muy particularmente en tiempos de guerra, todos los países contendientes han impuesto una censura con el motivo de evitar darle al contrincante información valiosa de tipo estratégico. Esto nos lleva a algunas situaciones peculiares. En nuestro país, en los últimos tiempos, se ha utilizado este argumento para censurar información, por ejemplo, de los costos de obras públicas importantes.
Un caso muy significativo es el famoso segundo piso que se creó en las vías rápidas de la Ciudad de México, donde se dijo que, por razones de seguridad nacional, no se publicarían los costos en varias decenas de años. Lo cual, obviamente, no tiene credibilidad. Y el mismo argumento se aplicó a la información de los costos del Tren Maya y la refinería de Dos Bocas. ¿Cuál es el caso, similar al de una guerra, donde un enemigo pudiera aprovechar los costos de una vía de comunicación o de una refinería? Pero, finalmente, así ocurrió y se ha dado con otros casos similares.
En el tiempo de la dictadura perfecta se crearon varios esquemas precisamente para poder censurar a los medios. Por ejemplo, por una buena cantidad de décadas, el gobierno federal creó una compañía paraestatal, llamada Productora e Importadora de Papel, S.A., (PIPSA), que era la única que tenía derecho de importar papel periódico
en México. Nadie más podía hacerlo. Y todos los periódicos, tenían que comprarle obligatoriamente el papel periódico a esa empresa. La cual, curiosamente, se encontraba con que había desabasto de papel periódico justamente cuando los periódicos, que habían caído de la gracia del gobierno, solicitaban el papel. Y se les decía que no había llegado suficiente cantidad y que tenían que repartirlo entre todos los periódicos, e iban a tener menos papel. Una manera de poder decir que no había censura, sino una situación económica: no hay suficiente importación. Y esto se mantuvo por varias décadas.
Eso llevó también a un mecanismo que, probablemente, sigue existiendo en algunos periódicos y en otros lugares, que es crear esquemas de autocensura. De manera que no existe un departamento de gobierno que se dedique a censurar. La Secretaría de Gobernación, que normalmente hace este tipo de eventos, no se dedica a eso, no tiene departamentos específicos para ello; solamente lleva relación con los dueños de los periódicos para dejarles claro que hay cosas que no le han gustado al gobierno. Y espera que las empresas tomen sus propias decisiones, se censuren a sí mismas. Se autocensuren.
Los mecanismos pueden ser muy variados. En tiempos del presidente José López Portillo, se hizo famosa su frase que se hizo pública. El señor presidente les dijo a los periódicos: “No pago para que me peguen”. Y la razón es que una proporción importante del sostenimiento de los medios, es la publicidad del gobierno, y pueden vivir en parte de eso, en algunos casos, hasta por el 60 % de su ingreso, mientras que el resto se obtiene con la publicidad. Eso permitía al gobierno decir que no tenemos una censura, como la que existe en Cuba, Corea del Norte y China.
Estamos en un momento muy peculiar. Una crisis de los medios, que no se ha hecho pública, no se ha analizado a fondo, pero nos encontramos, por un lado, que los periódicos y revistas impresos en papel, cada vez tienen menos clientela. Hay mucha variedad, mucha competencia, tanto de las redes sociales, el internet, como de la televisión y la radio. Cada vez es menor el grupo de gente que lee las noticias en el periódico impreso. No faltan algunos a los que, efectivamente, les gusta sentir el papel y oler el aroma de la tinta. Pero cada vez son más escasos. Y esto es un fenómeno global.
Eso está causando también un cambio en la publicidad. Al final de cuentas, los medios viven de la publicidad. Y si no hay anuncios, si no tienen suficientes lectores o televidentes, no van a tener publicidad. El ingreso se va a ir a otros medios. Por otro lado, la creación de nuevos mecanismos de redes sociales y el fenómeno de los influencers, han hecho que los presupuestos de publicidad se hayan dirigido a otros medios. Porque, después de todo, la publicidad tiene un tamaño fijo y no puede crecer indefinidamente.
De manera que se están eliminando algunos medios en todos los países. Están despidiendo periodistas, sustituyéndolos por mecanismos de inteligencia artificial. También está el hecho de que, en las cadenas de televisión de paga, muchas veces una proporción importante de su publicidad son anuncios de sus propios programas. Se ha reducido de manera significativa la publicidad que sí les genera ingresos.
Al final de cuentas, esta situación genera el grave problema de que los gobiernos, sobre todo los que tienden a ser autoritarios o totalitarios, buscan eliminar los contrapesos. Crean modos para cancelar las opiniones que les son adversas. Las empresas de medios y los propios comunicadores empiezan a escribir pensando si el gobierno se molestará con sus contenidos. Nadie los censura, pero ellos se vuelven más “prudentes”. O sea, se autocensuran.
Al final de cuentas, perdemos todos. Porque la Sociedad, los ciudadanos de a pie, necesitamos información diversa, variada, para tomar nuestras propias decisiones. Cuando la información se vuelve única, monocolor, no podemos decidir, porque no se nos muestran opciones. Ojalá, prevalezca el sentido común, y se elimine este intento de censurar, no solo a los medios tradicionales, sino también a los comunicadores no tradicionales, los que publican por su cuenta en el Internet, a los que también nos amenazan con bloquearnos.
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