Después del muy
esperado debate entre los dos candidatos más importantes para la presidencia de
los Estados Unidos, si yo fuera un ciudadano de ese país me encontraría todavía
en la categoría de los indecisos. Con la información que me dio este debate me
costaría mucho seleccionar a uno de los dos. Posiblemente me inclinaría por la
abstención o trataría de ubicar cual es el menos malo. Y como ciudadano del
mundo, dada la fuerte influencia de Estados Unidos, estoy bastante preocupado.
Desde otro ángulo,
el propósito de los debates es convencer a los indecisos, que bien pueden
modificar totalmente el resultado de la elección. Y más en esta donde ambos
contendientes se ven bastante deficientes. Por esta razón, el señor Trump se
dedicó a atacar a los políticos sin distinciones, aún a riesgo de que sus
patrocinadores, los Republicanos, se puedan molestar. Porque él quiere dar la
imagen de ser un hombre de negocios exitoso y que no está manchado por la
política. Lo cual tiene mucho sentido, dado el hartazgo tienen los votantes con
los partidos tradicionales, sus múltiples promesas vanas y la corrupción que ha
mostrado. Ese es el grupo de votantes que quiere convencer el candidato
republicano. Por su lado, la señora Clinton evitó cuidadosamente atacar al
partido Republicano. Está consciente que muchos republicanos se oponen al señor
Trump y quiere atraerlos a su bando, al menos por esta elección.
Probablemente lo
más preocupante de la posición de la señora Clinton es la postura de la
izquierda norteamericana según la cual el gobierno debe tener una fuerte
intervención en la economía y en la sociedad, debe limitar las libertades
ciudadanas para apoyar sus ideologías y aumentar el gasto público por la vía de
impuestos a la clase media y alta de esa nación. Receta que aplicó el señor
Obama y que no ha resultado en una mejora sustancial de su economía, si bien ha
logrado frenar la caída que era de esperarse después de la crisis del 2007 -2008. El
Sr. Trump se presenta como un hombre de negocios, busca regresar al
aislacionismo económico y militar del país. Propone reducir los impuestos (una
propuesta que siempre tiene muchos adeptos) sin explicar de una manera clara
como eso hará que haya más inversiones de las empresas grandes. Porque las
grandes empresas en Estados Unidos tienen mucho dinero para invertir y han
preferido tenerlo en el extranjero incluso sin invertirlo, como es el caso de
Apple que tiene algo con 800,000 millones de dólares guardados en bonos y
acciones en sus oficinas en Irlanda. Muchas veces el tema no es que las
empresas tengan dinero, sino que tengan la confianza necesaria para invertirlo
en negocios donde vean un riesgo razonable.