¿Porqué Cuenta Larga?

¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.

Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones

domingo, 11 de enero de 2015

Escenarios para la Administración Peña Nieto 2015-2018


 Como ya comenté en un blog anterior (http://bit.ly/1AxsEvl), los escenarios hablan de posibilidades, no de probabilidades. Desde ese punto de vista hay muchas posibilidades para lo que resta de la Administración Peña Nieto, por lo que aquí se comentarán los que pudieran tener un impacto mayor.
Las variables que moverán el escenario de los próximos cuatro años, en mi opinión, serán las siguientes:

·        -      Resultados de las elecciones federales del 2015;  consolidación de la posición priista en el Congreso y gubernaturas  o su deterioro.
·         -     Mejora de la economía mundial, y en particular la de los Estados Unidos; de manera rápida o de manera lenta. Sin duda, más pronto o más tarde la economía mundial mejorará, pero no forzosamente en este período.
·         -     Para México, la implementación exitosa de las Reformas Estructurales o, en todo caso, el fracaso total o parcial de dichas reformas
·        -      recuperación de la confianza ciudadana en general y de los inversionistas en particular respecto a la Administración  Peña Nieto, o en otro caso la no recuperación de dicha confianza
·       -       El estancamiento de los precios del petróleo en niveles bajos o una recuperación a niveles cercanos a los que se tuvieron en el 2014. Eso dependerá del nivel de autosuficiencia energética de los Estados Unidos, que les permita dejar de importar o incluso exportar petróleo y sus productos.

Como pueden ver se trata de variables, no de eventos que se cumplen o no se cumplen. Las variables podrían cumplirse parcialmente o irse a alguno de los extremos.
Las consecuencias de la combinación de estas variables son las que nos marcan posibles situaciones que generan  escenarios. Las consecuencias serían las siguientes:

Si las elecciones próximas resultan favorables a la actual administración, y se logra recuperar la confianza pública o, al menos, la posibilidad de lograr concertaciones eficaces, el actual gobierno tendrá una amplia libertad para su toma de decisiones. Por el contrario, si esas elecciones les resultan desfavorables y además se da un fraccionamiento de los partidos principales y se mantiene la pérdida de confianza en las fuerzas políticas, los grados de libertad de la Administración Peña Nieto serían muy pocos.

Por otro lado, si hay una mejora de la economía mundial, y en particular la de nuestro socio comercial principal, los Estados Unidos, y además se logra una implementación exitosa de las Reformas Estructurales, se abrirán muchas oportunidades y habrá entusiasmo y decisión para invertir, no sólo en inversión fija sino también en todo lo necesario para el capital de trabajo y el desarrollo del capital humano. Por otro lado, si la economía mundial y la de Estados Unidos se estancan y las Reformas Estructurales no se pueden implementar plenamente y exitosamente, se reducirá mucho el entusiasmo y la decisión para invertir tanto los capitales nacionales como los capitales extranjeros que pudieran empujar el desarrollo de nuestra economía.

Reconozco que estoy haciendo una simplificación; pero es una simplificación que nos podría permitir reflexionar sobre los posibles impactos que las combinaciones de estas consecuencias podrían tener para nuestro país.

Si se da la combinación de: amplia libertad de la Administración Peña Nieto con un fuerte entusiasmo de los inversionistas, sería el escenario Sueño Dorado de esta administración. Se daría un fuerte crecimiento económico, aumentaría el empleo, sobre todo el bien pagado, se desarrollaría la economía en nuevas áreas y, en caso de haber una mejora importante de la economía mundial, se aprovecharían plenamente nuevas oportunidades. En este escenario, el efecto regresivo de los precios bajos del petróleo, tendría un impacto mucho menor. Claramente, aumentaría el costo de la mano de obra, sobre todo la calificada y habría un déficit de personal directivo de alto nivel, por lo que su costo también se elevaría. Estos aumentos harían mejorar la fortaleza del mercado interno y permitirían entrar en un círculo virtuoso donde el motor de la economía, por primera vez en la historia, sería el mercado interno.

Si se da la combinación de una libertad limitada de la Administración Peña Nieto, con un gran entusiasmo de los inversionistas, posiblemente se dé un estancamiento, con crecimientos económicos mediocres, que apenas permitan conservar el poder adquisitivo de la población en los niveles actuales. Ese escenario sería: 2014 una y otra vez. No sólo tendríamos un estancamiento económico, muy posiblemente seguiría el deterioro de las fuerzas políticas, las cuales acumularían cada vez mayor descontento de la población. Si las elecciones resultan en una fragmentación de las principales minorías que hoy tenemos en el Congreso, tendríamos una atomización de la clase política y una suerte de acusaciones recíprocas al interior de los partidos que hayan perdido sus posiciones. Y, por supuesto, más obstáculos para implementar las Reformas Estructurales. Bajo estas condiciones, los inversionistas extranjeros buscarían otras oportunidades, y posiblemente a los inversionistas nacionales se les irían oportunidades en las economías que estén recuperándose.

Si se diera la combinación de una amplia libertad de la Administración Peña Nieto, pero combinada con falta de inversión, nos encontraríamos en un escenario Gobierno como motor de la economía. En este escenario, se desarrollarían rápidamente negocios que dependen de la inversión gubernamental pero, desgraciadamente, la inversión de los gobiernos, y no solamente en México, ha mostrado que sólo puede activar la economía a corto plazo, mientras se da la obra pública. Esto genera un empleo de corto plazo y generalmente mal pagado. No quiere decir que no pueda haber excepciones, pero en general los gobiernos han demostrado que no son buenos generadores de riqueza y sólo de una manera muy limitada distribuidores de la misma. En este escenario se fortalecería el " capitalismo de cuates". Es muy posible que esto nos llevara a crear barreras para la competencia y también aumentarían los impuestos, dado que el crecimiento económico dependería del presupuesto gubernamental. Eso lo podría llevar a cabo una administración que tenga mayoría en el Congreso y grandes capacidades de concertación con otras fuerzas políticas, aparte de tener una gran confianza de la ciudadanía.

Finalmente, el cuarto escenario es uno donde no hay entusiasmo por la inversión y el gobierno no tiene muchos grados de libertad: un escenario de Implosión, donde la economía se contrae, el gobierno no tiene fuerza suficiente para modificar las situaciones adversas, muy probablemente con fuga de capitales  e inversiones mínimas, únicamente de mantenimiento, así como un aumento de desempleo o de puestos de trabajo mal pagados. Desgraciadamente, en un escenario así los únicos motores de la economía serían los ingresos procedentes de las remesas de los emigrados, del sector informal (único que estaría generando empresas y empleos), y los ingresos procedentes del narcotráfico.

Cuatro escenarios, todos ellos posibles. Sueño dorado, 2014 una y otra vez, gobierno como motor de la economía, e implosión. Todos posibles; habrá que ver cuáles son los que se van dando.  En el corto plazo, lo  único que se resolverá será, mediante las elecciones y las acciones del gobierno y fuerzas políticas,  recuperar la confianza del electorado y poder generar suficientes grados de libertad a esta administración. O que no lo logren. También puede ocurrir mezcla de esos  escenarios o se presente cumplimiento parcial de algunos de los mismos.

Con esta reflexión podemos pensar en planes alternos, en el modo como debemos tener meditadas diferentes eventualidades. De poco nos sirve pensar en un escenario único, sea positivo o negativo.
¿Y nosotros, Ciudadanía? Hay cosas en estos escenarios que escapan de nuestras posibilidades. Pero lo que si podemos es evitar darles “cheques en blanco” a las distintas fuerzas políticas y asegurarles que nuestra confianza y nuestro apoyo dependerá de los hechos, no de la mercadotecnia política, del número de spots, los kilómetros de pasacalles y los pomposos discursos. Dependerá de sus hechos, los duros y fríos hechos.

lunes, 5 de enero de 2015

¿Cómo será la primera mitad de 2015 para la administración Peña Nieto?

Ciertamente,  la profesión de pronosticar es una ocupación de alto riesgo. Los primeros pronosticadores que registra la historia fueron los profetas del pueblo de Israel y, tristemente, todos ellos murieron apedreados. Por esa razón no me gusta hacer pronósticos y menos en circunstancias tan inestables como las que está pasando el país en este inicio del año 2015.
Sin embargo, algo hay que hacer. No podemos estar esperando a ver qué ocurre. Para este efecto se han creado las herramientas llamadas escenarios. Estas herramientas nos permiten generar y analizar las posibilidades de las situaciones futuras, pero sin considerar su probabilidad: únicamente se busca ver si esas situaciones son posibles. Es un instrumento que permite ordenar nuestro pensamiento para lo que algunos llaman "el plan B".
Habiendo hecho esta advertencia, vamos a ver algunas de las variables que podrían modificar nuestros escenarios en los primeros seis meses de este año. ¿Por qué no más adelante? Claramente hay que hacerlo, y lo haré en otro escrito. Pero los escenarios de mediano y largo plazo van a depender fuertemente de los resultados de los escenarios de esta primera mitad del año, por lo que vale la pena separarlos.
Algo que dará la tónica de este semestre será la lucha electoral. En esta puede haber dos escenarios: que dicha lucha absorba toda la atención y todas las energías de gobernantes y gobernados, como una especie de "puente Lupe Reyes" extendido y el otro que se logren hacer avances sustantivos independientemente de las luchas políticas electorales. Poco probable, pero posible.
Un punto clave para estos escenarios es si la administración actual (en los tres niveles) logra o no recuperar la confianza de la ciudadanía. Si siguen apareciendo nuevas revelaciones, si el control de daños que han hecho los voceros del poder ejecutivo sigue siendo igual de débil, será muy difícil recuperar la confianza. Claro, siempre se puede confiar en la tradicional desmemoria del electorado que, después de dos semanas de vacaciones (o más, si contamos del 12 de diciembre al 6 de enero) hayan olvidado las preocupaciones y el "hartazgo" que nos reportaron los medios.
Otra variable importante será si se empiezan a dar los primeros resultados de la implementación de las reformas que nos ocuparon en los años 2013 y 2014. Porque, hasta ahora, lo único que se ha logrado ha sido legislar y muy poco de hacer cumplir lo legislado, mucho menos de empezar a ver resultados. Una buena prueba de cuál será el escenario que estaremos viviendo, será ver si se logra una legislación y reglamentación sobre la corrupción que sea verdaderamente diferente de lo que hemos tenido hasta ahora y que, además, se logre implementar con rapidez y sin excepciones.
Tal vez el punto central será el desempeño económico. La pregunta que las oposiciones harán al electorado podría ser en el siguiente tenor: ¿Está usted mejor ahora que en el año 2012? Dado que los años anteriores no han sido particularmente brillantes, cabe la posibilidad de que el gobierno intente ejercer con la mayor prontitud posible el presupuesto del año 2015 y algunos guardaditos que pudiera tener, con el propósito de generar una impresión de bonanza que les facilite el mantener su situación en el poder legislativo, y no perder las gubernaturas que estarán en juego.
Otro punto fundamental será si los partidos mayores logran mantener la unidad entre sus filas. Todos tienen algo de lo que cojean: en el PRI el enfrentamiento entre mexiquenses e hidalguenses, en el PAN el enfrentamiento entre Calderónistas y Maderistas, en el PRD la ya ancestral división entre las "nueve tribus" sin contar con la división de la izquierda al separarse el MORENA y Cuauhtémoc Cárdenas de las filas de este partido. Si no se logran estas unificaciones, los partidos se presentarán muy débiles a las elecciones y veremos una gran cantidad de cambios de fuerzas políticas entre los puestos en disputa. Algo parecido al juego de las sillas musicales.
Lo que está en juego, finalmente, es la libertad de actuación que tendrá la administración Peña Nieto. Un posible escenario es que se refuerce y pueda continuar proponiendo, obteniendo aprobación e implementando reformas. Pero también puede darse el escenario de que el PRI pierda su situación de primera minoría en el poder legislativo y al presidente tenga que enfrentar a un Congreso que lo fiscalice cercanamente y le impida llevar a cabo muchas de sus actividades. Algo como los tiempos en que al presidente Zedillo el Congreso le prohibía hasta hacer viajes al extranjero.
Obviamente, en este momento especial los escenarios irán cambiando cada día. Aun suponiendo que no haya nuevos eventos o nuevas revelaciones, la situación será bastante inestable. Los gobernantes podrían encontrarse con una reducción de la disciplina de sus partidos debido a que los candidatos pondrán más atención en sus propios intereses que en los intereses de los gobernantes. Asimismo, es muy posible que los inversionistas grandes y pequeños entren en una situación de "esperar y ver", con lo que las inversiones seguramente se retrasarán hasta ver los resultados de esta situación.
Y quedan por analizar las fuerzas externas: si continuará o no la caída de los precios del petróleo, si continuará o no la devaluación del peso mexicano, si continuará la mejora de la economía de los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y otros asuntos externos de menor importancia. Todo esto podrá influir en los resultados de estas próximas elecciones y en la economía de este primer semestre del año.

¿Y después? Dependiendo del resultado de estas elecciones ya se podrían formular escenarios un poco más acotados. De estos me ocuparé en otro escrito.