Un espacio para reflexionar sobre las consecuencias de largo plazo de las decisiones de las administraciones públicas, privadas y sociales. Su enfoque es mayormente estratégico, y su método es el de las proyecciones de tipo cualitativo, con los criterios de la creación de escenarios. Su ambición es la de ir más allá de la exposición y ser un espacio libre de discusión de los interesados en este tema.
¿Porqué Cuenta Larga?
¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.
Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones
viernes, 17 de octubre de 2025
Prevenir, o…
La frase completa dice: más vale prevenir que remediar. Una expresión muy usada, pero que difícilmente se puede decir que sea una frase mexicana. Porque no refleja nuestra realidad.
Los desastres naturales de las semanas pasadas demuestran cómo actuamos en esos asuntos. Vimos desastres de diferentes tipos, donde no hubo prevención, donde a la población la tomó desprevenida el desastre y los gobiernos se escudaron diciendo que se trataban de hechos atípicos. La prevención no ocurrió, a pesar de que hubo avisos, con varios días de anticipación, de que podían venir inundaciones importantes, porque se estaban formando fuertes ciclones. Este problema no es ideológico. Es un asunto de administración pública. Se ha dado en todos los tipos de gobierno, pertenecientes a diferentes partidos, y el problema ha sido muy parecido: no se asignan recursos suficientes y no se actúa con rapidez para prevenir los daños.
Podría decirse que es un tema de nuestra cultura. No nos hemos distinguido por prevenir en lugar de remediar. No nos hemos distinguido por tener visión de largo plazo en los costos de este tipo. Los gastos en prevención no son lucidores. Casi siempre los resultados de prevención son ocultos. Por poner un ejemplo muy común, en la mayoría de las ciudades del país se hace desazolve de las cañerías, cuando ya ocurrieron las inundaciones. Y eso, obviamente, se podía haber hecho antes de que lloviera, pero no es un resultado visible para la mayoría. Y por eso se pospone.
Por otro lado, es claro también que en nuestro país, no tenemos una cultura de prevención. Algunos datos. En los países con mejor cultura en este asunto, por ejemplo, en el caso de Japón, el 0.6 % del PIB se dedica a gastos de aseguramiento. Y algo parecido ocurre en Holanda, donde se destina el 0.4 % del total del PIB. En México se dedica el 0.1 % del PIB a gastos de seguros. La sexta parte de lo que se gasta en Japón o la cuarta parte de lo que se emplea en Holanda. Claramente, en conjunto, estamos muy escasamente asegurados para defendernos de todo tipo de desastres. Estos datos se podrían ver también desde otros ángulos. En el año 2024 tuvimos desastres con un costo total de 85 000 millones de pesos, de los cuales el gobierno, a través de sus esquemas de atención a desastres, sufragó 19 000 millones de pesos. De estos gastos del gobierno para desastres, solamente un 5 % fueron para prevención; todo el resto fue para atender directamente los daños a las personas afectadas. ¿Y la diferencia? Como ocurre en estos casos, la población hace acopio de insumos para los damnificados o colectas para otros gastos. Pero el peso de remediar el daño lo asumen las familias damnificadas.
La clase política ha tenido un desempeño muy irregular en este aspecto. En todo el debate sobre este tema no se ha escuchado ninguna voz con ofertas claras y viables para mejorar la prevención de estos desastres. Ese gasto del Gobierno para desastres, en 2024, fue el 0.3% % de la recaudación total que tiene el gobierno. Todas las fuerzas políticas, gobiernistas u opositoras, deberían estar proponiendo soluciones a largo plazo. Porque el cambio climático y otras condiciones hacen que estos eventos sean cada vez más frecuentes. ¿Ha escuchado usted alguna propuesta de la clase política para lograr que tengamos una prevención adecuada frente a este tipo de desastres? ¿O para exigir cuentas a los que tienen responsabilidades en estos casos? Hasta ahora, no se escucha nada así. Lo que sí hay son intentos de evadir su responsabilidad o salvar su imagen.
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