¿Porqué Cuenta Larga?

¿Porqué cuenta Larga? Los mayas tuvieron dos maneras de llevar el calendario: la cuenta corta (el año o tun) y la cuenta larga, de 144,000 días, el baktun, equivalente a 395 años y medio, aproximadamente.

Las organizaciones deberían tomar en cuenta esta filosofía. Hay decisiones de corto plazo (Cuenta Corta) y de largo plazo (Cuenta Larga). Este blog está orientado a las situaciones de largo plazo y su influencia en las organizaciones

sábado, 17 de septiembre de 2011

Jubilados y Economía


Una tendencia que se hace cada vez más acusada es el efecto que está teniendo en la economía de muchas naciones el gran número de personas que llegan a la edad de retiro. Es el caso de las economías europeas, la japonesa, y en menor medida la de los Estados Unidos. Esas economías en el siglo pasado trataron desarrollar lo que se llamó "el Estado beneficencia", con la oferta del cuidado "de la cuna a la tumba" a cargo del Estado. Varias décadas después empiezan a verse resultados no previstos de estas políticas.

Por un lado, en muchos de estos países los recursos para pagar un la jubilación de los ciudadanos que llegan a la edad de retiro están resultando insuficientes. No hay dinero con que pagar; los sistemas de seguridad social prácticamente en todos esos países están en quiebra. Sólo hay algunas opciones: aumentar los impuestos a una población económicamente activa cada vez menor en proporción, o alargar la edad de retiro de los 65 a los 68 o 70 años.

No sólo eso: en muchos países desarrollados y, por supuesto,  en los no desarrollados las personas que llegan a la edad de retiro se encuentran con que sus ingresos son insuficientes para sostenerse y, por lo tanto, buscan otros empleos, tratan de poner algún tipo de negocio, cualquier cosa menos retirarse.

Esto genera presiones sociales muy fuertes. Al no retirarse los ancianos, aumentan los desempleados jóvenes. Simplemente, no hay huecos que ocupar y se limita fuertemente la movilidad social. Por otro lado, los jubilados que buscan un nuevo trabajo se ven forzados a aceptar salarios más bajos de los que corresponderían a sus capacidades, con lo cual se abarata en conjunto el mercado de trabajo.

De esto hay muchos ejemplos. Por ejemplo, muchas empresas están empleando a representantes de ventas retirados, dispuestos a trabajar sin prestaciones y con horarios recortados con tal de tener un ingreso adicional para complementar sus pensiones de retiro. Obviamente, esto significa menos empleo de jóvenes en ese tipo de trabajo y, si es que encuentran trabajo, lo encontrarán en condiciones menos lucrativas de las que se ofrecían hace unos cuantos años.

Como seguramente usted ya se está dando cuenta, este no es un problema únicamente de los países desarrollados; por supuesto se está dando ya en países de desarrollo medio e incluso en los no desarrollados. Quienes diseñaron los sistemas de seguridad social no tomaron en cuenta el efecto de las campañas para reducir el crecimiento de la población. Vieron las cosas a corto plazo. Cuando se crearon estos sistemas, la pirámide poblacional era de tal manera que por cada retirado había 40 o 50 personas en edad laboral. Con recaudar un 2% del salario las personas, era suficiente para poder sostener a los jubilados. Pero ahora, cuando en Europa y Japón hay un jubilado por cada cuatro o cinco personas en edad laboral, las cuentas simplemente no dan. Típico resultado del análisis de Cuenta Corta. Ahora, muchas décadas después, la solución no es clara.

Claramente hay un  límite a lo que se puede seguir cargando a los contribuyentes quienes, por otro lado, son cada vez menos y cargan con el peso de sostener a desempleados, a los jubilados y a los "ninis”.  La solución es de largo plazo: los países desarrollados deben contribuir a que las economías de los países de grado medio y bajo desarrollo se mejoren sustancialmente. Estrictamente, no hay otra solución viable. A corto plazo, las medidas que se proponen no pueden sostenerse por mucho tiempo; son soluciones que sólo pueden usarse una sola vez, como la ampliación de la edad de retiro. No puede seguir ampliándose indefinidamente. O los aumentos en los impuestos: tampoco puede seguir incrementándolos indefinidamente. La capacitación de los jóvenes claramente ayuda, pero no genera por sí sola nuevos puestos de empleo.

¿Será que nos encaminamos a una era de austeridad? Probablemente no sea la solución: al reducir el consumo de los países desarrollados, todas las economías mundiales sufrirían. ¿Será posible mejorar la distribución de la riqueza rápidamente, de manera de que se generen capacidad de ahorro y gasto entre quienes hoy en día sólo tienen la posibilidad de una economía de subsistencia? No son soluciones fáciles. Por muchos años pospusimos una decisión con efectos de largo plazo; hoy esas decisiones pospuestas se han convertido en una crisis en ciernes, difícil de solucionar en parte porque no se ha logrado comprender de fondo y porque no se está dispuesto a tomar medidas de Cuenta Larga.

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